[2] A finales del siglo XIX el gobierno federal instaló una colonia penal en Ushuaia, arribando los primeros prisioneros condenados en 1884.
Este primer medio de transporte se inició bajo la dirección del ingeniero Catello Muratgia y disponía de una locomotora a vapor que transportaba vagones planos empujados por bueyes, caballos y en ocasiones por los propios presos.
En este período, se contó con 2 locomotoras para transportar a los presos diariamente, mientras recogen el material recolectado durante su jornada laboral.
Fue conocido como Tren de Los Presos, llevaba tanto madera para calefacción y cocina como para la construcción[3].
La vía férrea fue paulatinamente extendiéndose más dentro del bosque, en áreas remotas a medida que la madera se agotaba.
[5] En cuanto al funcionamiento del ferrocarril un vecino relató: En 1947, el gobierno de Juan Perón y su Director del Servicio Penitenciario Federal Roberto Pettinato clausuraron el presidio por razones humanitarias y lo reemplazaron por una base naval.
El edificio del presidio fue usado con distintos fines hasta 1978 donde el Hall Central era el Polvorín de la Base.
Sin embargo, el ferrocarril continuó operando un tiempo más para los aserraderos locales; aunque ya estaba muy deteriorado y solo una máquina sobrevivía en sus últimos años.
[8]Estos hechos volvieron a Tranex Turismo S.A. la primera empresa argentina en aplicar un sistema ferroviario turístico, sino que además ideó y construyó dicho sistema.Los servicios comienzan en la «Estación del Fin del Mundo», a 8 km al oeste de Ushuaia.
Se toman pasajeros a lo largo del Valle Pico, en la Garganta Toro y en la «Estación Macarena» donde los visitantes inquieren acerca del pueblo originario Yámana, y se detiene en un punto con amplia vista panorámica durante 15 min.
La subserie 1100 está compuesta por cuatro coches de primera clase con capacidad para 16 pasajeros en asientos individuales.