Tras alguna estancia en el extranjero en misión diplomática, en 1960 se estableció definitivamente en Bogotá.
Además de su ingente producción literaria, cultivó el periodismo, publicando artículos de opinión en los principales rotativos colombianos, y escribió numerosos guiones para la televisión.
[2] Entre sus obras se encuentran Mientras llueve (1966), Viaje al pasado (1970), Mundo roto (1973) y muchos títulos más.
En su obra poética, concebida con una función social, el autor vierte, en un estilo elaborado pero fluido, tanto su angustia personal como las incertidumbres y zozobras de su circunstancia histórica concreta.
[3] Las obras de Fernando Soto Aparicio exploran a la sociedad en todas sus facetas posibles retratando la relación de los individuos con los poderes establecidos (religioso, jurídico, económico y militar).