Fernando Ramírez Fariñas
Fernando Ramirez Fariñas fue un alto funcionario español del siglo XVII que formó parte del grupo de hombres de confianza del conde-duque de Olivares y ejerció diversos puestos al servicio de la corona durante el gobierno del rey Felipe IV.[1] Fue oidor de Sevilla y Granada, miembro del Consejo Real, alcalde de casa y corte, visitador de la chancillería de Valladolid y asistente de Sevilla entre 1623 y 1626.[2] Fue el encargado de organizar el arresto de Rodrigo Calderón de Aranda, I conde de la Oliva de Plasencia y I marqués de Siete Iglesias, que fue detenido la noche del 20 de febrero de 1619 en su palacio de Valladolid y llevado al Castillo de Montánchez primero y finalmente conducido a Madrid, donde tras ser torturado fue condenado a muerte y ejecutado.[3] Durante su periodo de mando en Sevilla, tuvo lugar el 25 de enero de 1626 una importante crecida del rio Guadalquivir que ocasionó graves daños, destruyó alrededor de 3000 viviendas y produjo carestía y aumento de los precios del pan y otros productos básicos.Con motivo de estos hechos, se produjo un conato de revuelta popular y el asistente Fernando Ramírez Fariñas fue acusado de no haber actuado con rapidez para tomar las debidas precauciones que hubieran disminuido la intensidad de la catástrofe.