Fernando Ariztía Ruiz

En octubre de 1973, fue nombrado copresidente del Comité Pro Paz, organismo ecuménico creado para dar protección y acogida a los perseguidos por la dictadura militar.

Otros están todavía en el Mapocho; junto al Puente de Resbalón se les puede ver.

Entre ellos se podía reconocer por las ropas a un empleado del Hospital San Juan de Dios.

Conocí personalmente a uno de los muertos, un extranjero, brasileño, que había llegado solamente el 6 de este mes para buscar a su esposa que se encuentra en Chile desde hace tres meses en tratamiento médico.

Él no era un extremista, pero fue denunciado por el pecado de ser brasileño, llevado al Estadio Nacional y desde allí sacado para ser fusilado en estos lugares; tengo documento, Señor General, para probar su llegada a Chile.

En la diócesis de Osorno encontró la Parroquia Jesús Obrero que atendió como párroco entre 2000 y 2003.

Cuando se le declaró el cáncer al hígado, quiso volver a la diócesis de Copiapó.

Su último deseo fue dar una vuelta por la Plaza de Copiapó y que a su funeral llevaran alimentos para los pobres.

Monseñor Fernando Ariztía predicando