[1] Durante este día, San Sebastián se transforma en un mercado rural en el que la protagonista indiscutible es la chistorra.
El plazo para ese pago se retrasaba a menudo hasta el día de Santo Tomás.
Ese día, el 21 de diciembre, los caseros acudían a la ciudad para pagar la renta con los mejores productos de sus huertos y los mejores animales.
Aprovechaban el viaje para vender también esos productos a los habitantes de la ciudad y aprovisionarse de artículos que no existían en sus pueblos.
[6] A partir del año 2013 la exposición de animales vivos sufrió ciertas restricciones pero no afectó a la emblemática cerda expuesta en la Plaza de la Constitución.