Entre 1787 y 1789 fue Ministro plenipotenciario de los Países Bajos Austriacos, gobernando en nombre del emperador José II.
[1] En 1780, fue seleccionado ministro austríaco en Regensburg, y en 1785 embajador imperial en al Arzobispado Electoral de Maguncia.
En 1787, fue elegido ministro plenipotenciario del emperador en los Países Bajos Austríacos, efectivamente jefe de gobierno.
Su mandato era impulsar las innovaciones que José II había determinado y que el anterior ministro plenipotenciario, el Conde Ludovico de Belgiojoso, se había visto obligado a retirar.
Acompañó al emperador Francisco II a Bruselas para su recepción como gobernante durante la breve restauración austriaca de 1793-1794.