Feminidad

Las hembras, debido a su posición bípeda, desarrollaron una reducción en la pelvis que tuvo como consecuencia periodos de gestación más cortos, lo que implicó un mayor tiempo dedicado a la crianza del neonato y los inicios paleontológicos del culto hacia la figura materna.[1]​ En la sociedad de Homo sapiens nómada se establece el pensamiento mágico en una base empírica sin fundamentos reales.Los conventos ofrecieron una alternativa a aquellas mujeres que no deseaban una vida matrimonial y tenían la vocación religiosa.La mujer comienza a ejercer un papel político como monarca o reina y, en algunas ocasiones, es incluida como cuerpo militar por la devoción matrimonial hacia su esposo.La mujer continúa siendo una simple acompañante de la figura masculina en la vida matrimonial hasta las primeras décadas del siglo XX.En la década de los 20, durante la Era del jazz, surge una nueva ideología femenina sobre la mujer sexualmente activa conocida como flapper, la cual también sostenía relaciones sexuales ocasionales, conducía vehículos, consumía alcohol y tabaco, y utilizaba ropa ligera que era frecuentemente identificada como atrevida u obscena.La mujer está sujeta a diferentes procesos endocrinológicos que se relacionan con las respuestas fisiológicas de la madurez sexual, la procreación y la maternidad.En la dimensión neuroendocrinológica, el organismo femenino secreta distintas sustancias como la oxitocina, de la cual dependen fisiológicamente los procesos sexuales humanos en ambos sexos, las contracciones uterinas del parto, la lactancia y la identificación del neonato con el cuerpo materno (creación de lazos maternos con el Bebé).[18]​[19]​ En distintas perspectivas se asocian diferentes atributos a la naturaleza femenina como la gentileza, la pulcritud, la delicadeza, el refinamiento, la compasión, la dulzura, la tolerancia y la sumisión.[23]​ En los estudios queer se supone un componente biológico-hormonal del comportamiento asociado con la feminidad y la masculinidad, ligados a la identidad de género.La feminidad, al igual que la masculinidad, son fundamentales en la construcción del concepto social de la belleza y la atracción sexual.[15]​ Lo que en una sociedad y contexto histórico se considera como femenino, podría no considerarse como tal en otra sociedad o contexto histórico (Ejemplo: los zapatos de tacón eran originalmente utilizados por hombres y representaban la masculinidad del liderazgo para aquellos hombres de estatura baja, pero la idea se abandonó en el siglo XVIII y los zapatos de tacón comenzaron a ser utilizados por mujeres para alargar la figura).En el antiguo Egipto se desarrollan diversos implementos estéticos como los cosméticos, los perfumes y la joyería con un propósito político o religioso (para marcar el estatus social), utilizado en ambos géneros sin distinción.En el periodo clásico se utilizaba indumentaria indistinta de género como el himatión, la clámide, el peplo y el quitón.El maquillaje y la joyería eran aditamentos corporales sin distinción de género, pero comenzaron a ser popularmente usados entre mujeres.Por lo tanto la liberación femenina se planteó en gran medida como un cuestionamiento a la idea misma de feminidad.Algunas aportaciones vienen planteando que los cuidados han de ser negociados, y no son obligaciones inherentes a las mujeres pero que cuidar, utilizar la ternura, la comprensión y la empatía son valores de gran importancia humana.
En la mitología griega, Afrodita es sinónimo de feminidad, junto con Artemisa .
Símbolo de Venus , asociado ancestralmente al sexo femenino
Promocional de Her Husband's Trademark ( A las Mujeres ) con Gloria Swanson (1922)
Portada de Spiegel (1958).