Pero él sentía atracción por la fotografía, todo quería retenerlo, así que, haciendo horas extras, entró como aprendiz de fotografía en una famosa Casa existente en el paseo de la Isla, Photo Club.
Por su trabajo tiene que cubrir todo lo que acontece en el Burgos de posguerra y por ese motivo frecuenta y hace amistad con destacados militares e importantes religiosos.
Vive intensamente la aparición de petróleo en La Lora (1964) y es entonces cuando su hijo le ayuda, haciendo sus primeras instantáneas profesionales.
En 1970, al cumplir 65 años, se jubila y en 1971 la Asociación de la Prensa burgalesa le rinde un sentido homenaje.
Ganó varios e importantes premios, pero muchos más amigos a lo largo de su vida.