Su nombre proviene de una antigua isla formada entre el río y varias esguevas.
Por este motivo los moradores que deseaban gozar de la naturaleza se veían obligados a salir del recinto amurallado y dirigirse a las amplias avenidas de árboles que existían en las afueras.
[4] En 1836 se realizó el trazado del paseo central con su andén para peatones, con un coste de 6.909 reales.
A finales del siglo XIX se construye una vistosa y artística cascada, empleando estalactitas y estalagmitas de la cueva de Atapuerca, formándose con ella una gruta abierta en la parte posterior del estanque.
Anteriormente, durante la Guerra Civil Española, estableció en este palacete Francisco Franco su Cuartel General.