En 1790, fue admitido en la prestigiosa Escuela Secundaria de Carlos (Karlsschule) en Stuttgart, donde Friedrich von Schiller había sido uno de sus alumnos.
Después, el príncipe Federico continuó sus estudios en varias universidades alemanas.
Desde muy joven, Federico debe conducir difíciles negociaciones diplomáticas.
Su padre ordenó grandes fiestas para celebrar los progresos realizados por los ejércitos napoleónicos.
Por falta de dinero, no pudo lograr la construcción del nuevo castillo de Hechingen, y por tanto debió residir durante los meses de invierno en la cancillería situada en el viejo castillo, mientras su hijo y esposa vivían en la Villa Eugenia, en Hechingen.