Fausto Verdial

«Profundo conocedor que era de las conductas humanas, Fausto exacerba las emociones y las necesidades afectivas»[4]​Fausto Verdial perteneció también al Nuevo Cine Venezolano que se desarrolló en el principio de los setenta y alcanzó su zenit entre finales de los setenta, hasta mediados de los ochenta del siglo veinte, agrupado en los grandes del séptimo arte venezolano como: Román Chalbaud, Isaac Chocrón y José Ignacio Cabrujas.

Son dos piezas escritas con la benevolencia que le caracterizó: su corrosivo sentido del humor y forma directa de comunicarse con el espectador.

[15]​ Verdial conoció a Sarabia en sus inicios al compartir escenario con ella por primera vez en la pieza de José Ignacio Cabrujas Acto cultural y desde entonces los unió una amistad de veinte años.

En 1995, según sus propias palabras, le inventó un «modesto trono» para que ella, una reina en el quehacer teatral, se luciera.

Escribí poniendo mis cinco sentidos en Tania, en dar vida a algunos de los personajes, que entre muchos, ella puede glorificar».