María Faustina Kowalska

Así pues, no por su voluntad sino por mandato de su confesor, dejó escritas sus vivencias místicas en unas seiscientas páginas.Era la tercera de ocho hermanos, hijos del matrimonio de Stanislaus, carpintero y agricultor, y Marianna Kowalska, que los educaron con gran disciplina espiritual, sobre todo su padre.Como la familia era muy pobre, Faustina no asistió a la escuela más que tres años.Al finalizar ese trabajo marchó a Varsovia con la intención de entrar en un convento, pero la superiora le recomendó reunir una pequeña dote para su ajuar, lo que la llevó a trabajar como sirvienta o doméstica otro año, hasta 1925.Tras esa negativa, decidió entregarse a las vanidades de la vida, sin hacer caso a la voz de la gracia, aunque su alma, sintiendo continuamente la llamada, en nada tenía satisfacción.Ello le daba un gran tormento que intentaba sanar con más distracciones.Entonces, mientras estaba bailando, vio a Jesús crucificado, cubierto de llagas, dirigiéndole este mensaje: Faustina disimuló lo sucedido para que su hermana no se diera cuenta, y en cuanto pudo abandonó discretamente el baile.Asistió a la misa y, al acabar, pidió orientación al Padre Dabrowski, que le recomendó a la señora Lipszcowa, mujer muy católica con la que se hospedó mientras buscaba un convento.[5]​ La pobreza de Faustina Kowalska era tan extrema que no le permitía entrar en ningún convento.Semanas después de su entrada en el convento tuvo tentaciones de abandonar, pero, según sus memorias, el Señor se presentó nuevamente en su celda para pedirle que no lo hiciera.[6]​ El nombre de «Faustina» significa «bendecida», «afortunada»[7]​ y podía ser una referencia al mártir cristiano Faustinus.[8]​ En abril de 1928 hizo votos como monja y sus padres estuvieron presentes en la ceremonia.Un año más tarde Faustina fue enviada a un convento de Vilna, Lituania, donde también trabajó como cocinera y se quedó poco tiempo.Por su lucha interior, cambio de vida e intensidad que ponía en una y otra cosa, la salud de Faustina empezó a decaer tanto que sus superioras, al verla tan débil y agotada, decidieron enviarla, junto a dos hermanas, a Skolimow, donde la congregación tenía una casa de ejercicios.Según cuenta, entre otras cosas Jesús pidió que pintase una imagen suya.El convento en Vilna solo tenía 18 hermanas en ese momento y consistía en unas pocas casas pequeñas dispersas en lugar de una gran edificación.[23]​ En noviembre de 1935, Faustina escribió las reglas para una nueva congregación religiosa contemplativa dedicada a la Divina Misericordia.En diciembre, visitó una casa en Vilna que dijo haber visto en una visión como el primer convento de la congregación.[24]​ En enero de 1936, Faustina fue a ver al arzobispo Jałbrzykowski para discutir una nueva congregación para la Divina Misericordia.Sin embargo, él le recordó que ella se comprometió por siempre a su orden actual.[26]​ En los últimos años de su vida, aumentaron los sufrimientos interiores de tipo espiritual y las dolencias del cuerpo: se desarrolló la tuberculosis que atacó sus pulmones y sistema digestivo.[28]​ Por la devoción a esta imagen y a la coronilla que encomendó a Faustina, Jesús prometió conceder las siguientes gracias espirituales: Se han escrito libros sobre Santa Faustina, se han realizado documentales y películas sobre su vida y el proceso de canonización, por ej:
Santa Faustina con 18 años de edad
Capilla de Santa Faustina en el Santuario de la Divina Misericordia (Cracovia, Polonia)
La Hermana Faustina en 1931.
La primera representación de la Divina Misericordia, pintada por Eugenio Kazimirowski, y ubicada en el Santuario de la Divina Misericordia en Vilna , Lituania.
Hermana Faustina antes de 1938.
Capilla en honor de santa María Faustina Kowalska, en el Santuario de la Divina Misericordia en Cracovia-Łagiewniki. Sus reliquias descansan en el altar de la capilla.
Urna con las reliquias de Santa Faustina Kowalska en Cracovia-iewagiewniki.