A unos 13 km del centro urbano de la Riba.
El tramo de carretera entre la Riba y Farena es un paraje natural muy destacado por su flora.
Actualmente el pueblo se encuentra prácticamente deshabitado, especialmente en el invierno.
En verano en cambio, se convierte en un pueblo plenamente turístico, con casas rehabilitadas.
El núcleo urbano presenta el desnivel característico de un pueblecito de montaña, con subidas y bajadas muy notables, y no se puede acceder con coche.