La película está dedicada a la memoria de Giuseppe Anatrelli, actor que ya había interpretado al agrimensor Calboni, que murió en 1981: aquí el lugar es tomado por Riccardo Garrone, pero luego ese personaje no aparecerá más.
Corrado María Lobbiam, cuando inspecciona la oficina de siniestros, no lo encuentra y lo toma por un ausentista, castigándolo severamente.
Fantozzi y Pina, bajo pretexto, van a la casa de lo que consideran su futuro yerno, pero se dan cuenta de que Batacchi es un vulgar amante bolonés, que ha embarazado a su hija por una apuesta: "Un millón si le das al orangután"; decepcionado, Ugo y Pina deciden no comunicarle la dulce espera, porque el niño no merece un padre así.
El pobre contador pide a los médicos que le devuelvan el bien robado, y después de un sincero pedido al Presidente de la República Sandro Pertini logra recuperarlo.
Mariangela está ahora en los 9 meses y está dispuesta a dar a luz: el niño será un monstruo, nunca enfocado directamente por las cámaras, aún más feo que ella.
Decidió entonces ver todos los debates electorales (con conocidos personajes como Pannella, Spadolini, De Mita, Berlinguer, Longo, Almirante, Iotti, Benvenuto, Craxi y Andreotti), pero todas esas horas delante del televisor le causan de espejismos, y la sensación de que los políticos le hablan directamente a él.