Se enmarca en La trilogía de Nueva York, junto a Ciudad de cristal (1985) y La habitación cerrada (1987).
Trata de un detective privado llamado Azul, entrenado por Castaño, que investiga a un hombre llamado Negro en un apartamento de la calle Naranja para un cliente llamado Blanco.
Azul escribe y envía sus informes a Blanco, quién le envía cheques a cambio.
Azul comienza a frustrarse porque las exigencias de un trabajo continuo de vigilancia le están haciendo olvidar su propia vida.
Como otros libros de Paul Auster, el libro incluye numerosos guiños y referencias a otras obras de la literatura.