Nació en una familia de clase media acomodada que, debido a su tamaño (siete hijos), llevaban una vida sin lujos.
[4] Aun cuando Félix Cuevas tuvo un gran impacto en el sector financiero e industrial de México, su aportación principal fue humanitaria.
En el año 1890 llegó a ocupar la Presidencia, gozando de un gran prestigio y consideración.
En cuyos estatutos se expresa que la Fundación “tiene por objeto proporcionar edificios en donde puedan ser aislados, mantenidos y educados los menesterosos, así como proporcionar habitaciones por rentas módicas a personas que sean o hayan sido empleados de comercio o tengan profesión, alcanzando también este beneficio a sus familiares.
Félix Cuevas, caracterizado por su humildad, no quiso revelar los montos de sus donaciones durante su vida.