Sus aportaciones empresariales lo llevaron a ser fundador y socio de diversas empresas en México, algunas de la cuales persisten en la actualidad.
Alrededor de la década de los 1850 decidió emigrar con destino a México para probar suerte al lado de sus hermanos Eugenio y Pío, quienes previamente habían fundado la casa comercial Bermejillo y Compañía en la capital del país, dedicados a la importación y comercialización de abarrotes mexicanos y españoles y a la exportación de azúcar, así como prestamistas otorgando créditos a particulares y al gobierno, en medio de un país afectado por las profundas crisis internas y externas.
[2] Su esposa María Dolores, hereda de su padre las haciendas de "El Castillo", "La Azucena" y "Jesús María" en lo que actualmente son los municipios de El Salto y Juanacatlán en Jalisco.
[7] Al mismo tiempo que José María realizaba su actividad empresarial, participó en diversos tipos de sociedades culturales, religiosas y civiles.
[8] En diciembre de 1889, al lado del ministro plenipotenciario de España, Lorenzo Castellanos participó en el comité organizador de la fundación de la Cámara de Comercio Española junto con otros empresarios españoles como José Toriello Guerra, Ricardo Sainz, Juan Llamedo, Antonio Basagoiti, Casimiro del Collado, Félix Cuevas y Delfín Sánchez entre otros.