Fábrica de los Ángeles

Así se registró un evento que provocó varias muertes en 1704, del cual el gobernador indígena de Los Ángeles, informó que los salineros ya no querían convivir con Seris, Tepocas y, mucho menos, con soldados españoles.

Durante muchos años, fue un lugar próspero que llegó a ser calificado como un "pequeño paraíso" por su alta actividad económica.

[7]​ Durante la segunda mitad del siglo diecinueve, la fábrica producía anualmente 12,000 piezas de manta, valuadas en $42,000.00 Pesos mexicanos; contaba con 41 trabajadores (25 hombres y 16 niños), quienes recibían un pago por jornada de 12 1/2 centavos a 1 peso.

Ya empezado el siglo veinte, la fábrica abastecía al mercado local con mantas, mezclillas y rayados.

[10]​ Muchos habitantes de ciudades y poblaciones cercanas, visitaban la fábrica como atractivo turístico.

En este pueblo, había gente despierta las veinticuatro horas: También dependía en gran medida del uso de leña para diversas tareas.

Esta demanda de leña, provocaba que muchos leñeros circularan en el pueblo las veinticuatro horas del día.

Muchos terrenos fueron usufructuados por pobladores antes del reparto agrario de los años veinte, invirtiendo en ellos, trabajándolos.