[3] Al menos 108 personas murieron durante las explosiones y 615 más resultaron heridas.
Casi todos los edificios y casas de la ciudad sufrieron daños enormes.
El presidente Teodoro Obiang Nguema Mbasogo culpó de las explosiones al almacenamiento inadecuado de municiones, solicitó ayuda internacional y decretó duelo nacional durante tres días, con las banderas a media asta.
[6] Las detonaciones fueron oídas en toda la ciudad; enormes columnas de humo fueron avistadas en varios puntos.
Además, se reportaron explosiones menores durante el resto del día y la noche.