Expedición vikinga de 859
Björn Ragnarsson y Hastein comandaron una flota estimada de 4000 guerreros repartidos en sesenta y dos barcos[1] que, siguiendo la costa de la península ibérica, se internó en el Mediterráneo y llegó hasta la península itálica, saqueando multitud de ciudades y obteniendo un importante botín, aun cuando solo pudieron regresar veinte de las naves que habían partido.[2] La incursión comenzó por Galicia, asaltando Iria Flavia y asediando Santiago de Compostela, siendo rechazados,[3] pasando posteriormente a saquear Algeciras[4] y atravesando el estrecho de Gibraltar, tras los que atacaron la ciudad de Nador, el Castillo de Orihuela[5] y las islas de Mallorca, Formentera y Menorca.[7] Durante la primavera del año atacaron Valence, después navegaron hacia el este, destruyendo la ciudad de Luni al norte de Italia, Fiesole, Pisa y Florencia.En 861, ya de regreso, fueron rechazados por la flota andalusí, que consiguió hundir dos embarcaciones normandas.En el camino a casa, saquearon Pamplona, donde consiguieron capturar al rey de Pamplona, García I, liberándolo tras el pago de un rescate.