Se utiliza ampliamente en perfumería, siendo cosechado comercialmente en países del centro y sur de Europa y habitualmente exportado a la región francesa de Grasse en donde se obtienen los compuestos olorosos como extractos y esencias de musgo del roble.
Estos materiales puros se usan con frecuencia como fijadores y forman las notas base de muchas fragancias.
Son también componentes clave en perfumes de las clases Fougère y chipre.
El musgo del roble que crece sobre pinos tiene un pronunciado olor a trementina muy valioso en ciertas composiciones de perfumería.
Las personas con sensibilidad dérmica demostrada deben evitar el contacto con el musgo del roble.