[8] Está caracterizado por esquistos negros embebidos, chert y arenas radiolarianas; Bonarelli estimó una duración de 400.000 años.
Una posible causa de este evento sería un episodio de vulcanismo sub-oceánico, posiblemente en la gran provincia ígnea del Caribe, que había aumentado su actividad precisamente 500.000 años antes.
Esto pudo haber resultado en el adelgazamiento de la corteza oceánica en el Pacífico y en el Índico.
Cuando la actividad volcánica disminuyó, el efecto invernadero desbocado pudo muy probablemente invertirse.
Varios acontecimientos independientes relativos a las grandes provincias ígneas ocurrieron durante la anoxia oceánica.
[11] La datación del pico en la concentraciones de las trazas metálicas coincide con los momentos más intensos del evento anóxico, sugiriendo que los efectos de las provincias ígneas podrían haber sucedido durante el evento, pero podrían no haber iniciado la extinción.
Otros estudios también conectan trazas de plomo con una intensa actividad volcánica en las provincias Caribeña-Colombiana y Madagascar.
[14] Esta perturbación en el entorno global provocó un incremento de las temperaturas atmosférica y oceánica.
[16][17][18] Dentro de la excursión positiva del isótopo del carbono se observan poca variabilidad en los muestreos, aunque sí se ha observado un intervalo significativamente expandido en el Tíbet meridional.