Evaluación psicológica

El examen psicológico no es un proceso terapéutico en sí mismo, sino que pretende precisar un diagnóstico, indicar un tratamiento, una psicoterapia o una reeducación neuropsicológica.

Cuando esta evaluación se aplica a las facultades o capacidades de una persona, se están valorando las capacidades íntimas y personales, las dimensiones psicológicas, y se está realizando también un análisis sobre la conducta de la persona y de las variables que influyen en ella, que son tanto personales como ambientales.

Un ejemplo de evaluación, es la evaluación psicológica forense, que analiza la interacción producida entre los aspectos biológicos, psicológicos y sociales de una persona para poder evaluar su comportamiento y así poder ayudar a entender mejor las características de una persona a los jueces y abogados en situaciones que requieren decisiones judiciales.

Por lo que su objetivo principal es aportar información psicológica relevante de una persona en el contexto judicial, pues estos no son especialistas en la materia.

De esta manera, pueden determinar por ejemplo si la persona puede ser imputable o no.

A continuación, se presentan algunos aspectos claves relacionados con la evaluación psicológica en esta población: La evaluación psicológica en la adolescencia y niñez es crucial para comprender las necesidades individuales, diagnosticar posibles trastornos o problemas de adaptación y planificar intervenciones terapéuticas adecuadas.