[6] Torres Agüero realizó posteriormente sus estudios superiores en Derecho en la Universidad de Buenos Aires.
[11] Dos años más tarde, en 1843, es nombrado juez de primera instancia del fuero Criminal.
Su cercanía con Juan Manuel de Rosas le garantizó un rápido crecimiento político.
[13] El año siguiente, en 1854, asume como vicepresidente primero del cuerpo mencionado, a la vez que se desempeñaba como camarista y fiscal.
Contaba con campos, entre otros, en los partidos de Castelli, junto al Río Salado, Pila, y General Alvarado.
Este último presidió el evento, y resaló la urgencia de asociar todos los intereses rurales del país.
[17] Poco tiempo después, en 1866, también en la casa del Dr. Eustaquio J. Torres, fueron leídos los proyectos de Ricardo Newton y Eduardo Olivera.
[18] Su rol promotor fue significativo para lograr la creación de la institución, aún hoy la más importante dentro del gremialismo rural argentino.
[17] Ya fundada y activa la Sociedad Rural Argentina, Eustaquio Torres fue en los años siguientes uno de sus miembros con mayor permanencia, integrando dicha institución más de doce años.[n.
2] Afirma Marta Valencia que junto a otros estancieros se encuentran en los diccionarios biográficos registrados como antiguos hacendados de Buenos Aires, interesados en la agremiación de los productores bonaerenses, sin otra actividad complementaria.
En el su apartado biográfico referido al Dr. Eustaquio J. de Torres, Vicente Cutolo se refiere a él de la siguiente manera:Era orador atildado, de voz escasa y parcos gestos, pero también de períodos armoniosos y justos razonamientos[9].En cuanto a las corrientes ideológicas a las cuales adscribía, se caracterizó a Eustaquio Torres como un hombre de pensamiento volteriano, es decir, afín a las ideas del filósofo francés Voltaire.
[3] Juntos tuvieron por lo menos siete hijos, nacidos entre 1837 y 1851 en Buenos Aires: José Miguel, Eustaquio José Celestino, Juana Micaela, María de la Paz Irene, Corina Vicenta, Tomás Elías, y José Enrique Torres Agüero.