Se alimentaba de insectos y de cualquier otro animal pequeño que pudiese encontrar en el nivel del suelo del bosque, y renovaría periódicamente sus dientes para mantenerlos afilados.
Euparkeria tenía piernas traseras relativamente largas, y pudo haber sido semi-bípedo, capaz de moverse con solamente sus piernas traseras al moverse rápidamente (Caroll, 1988).
Por lo que se sabe esta técnica era única para Euparkeria en aquella época, y le habría conferido una gran ventaja.
Algunas fuentes creen que hubiera podido ser suficientemente rápido para moverse sobre la superficie del agua de las charcas y de los lagos pequeños, al modo del actual lagarto basilisco.
Era un predador bípedo pero no era un dinosaurio, pues hay una interrupción de 10 millones de años entre Euparkeria y los primeros dinosaurios fosilizados, tales como Herrerasaurus que este tenía un cráneo parecido.