Eugenio II de Toledo

Se fue a Zaragoza, quizás para evitar los riesgos de una carrera eclesiástica no deseada estando en este lugar completó su formación bajo la guía del obispo Braulio, quien lo nombró su archidiácono.

El rey Chindasvinto ordenó su regreso a Toledo para suceder al obispo Eugenio (I) que acababa de morir (645).

Aunque Braulio y el mismo Eugenio se opusieron, ganó la voluntad del rey, por lo tanto fue consagrado metropolita de Toledo durante el VII Concilio realizado en el 646 .

En el segundo estuvieron presentes otros 16 obispos (dos metropolitas) y cinco representantes, se promulgaron siete cánones sobre la disciplina eclesiástica, se depuso a Potamio obispo de Braga por la acusación de fornicación y lo sustituyó Fructuoso de Dumio, por último se anuló el testamento de Recimiro de Dumio, siendo esto perjudicial para la Iglesia.

Para concluir, con los datos biográficos de este importante personaje consideremos que fue obispo de Toledo su tierra natal, durante doce años y murió a finales del 657.