En 1939, en Radio San Sebastián, dio sus primeros pasos de artista.
En 1948 comienza realizando trabajos como actor de doblaje, en la película ¡Qué bello es vivir!.
Este mismo año debuta como actor en la película El señor Esteve dirigida por Edgar Neville y en Hoy no pasamos lista dirigida por Raúl Alfonso.
Inicia su carrera en el teatro, en 1950, en la obra La torre sobre el gallinero, una adaptación de una obra de Vittorio Calvino.
En 1951, triunfa en la película La señora de Fátima dirigida por Rafael Gil.