En junio de 2009, durante la celebración del Campeonato de Italia de su categoría (tenía 18 años), dio positivo por gonadotropina coriónica humana (hCG), una hormona cuya utilización está prohibida en deportistas por ser considerada dopaje.
Bani declaró ante el CONI por el caso, aportando diversa información y siendo sancionado con una suspensión de 21 meses por dopaje.
La investigación del caso descubrió una terapia global organizada por el equipo, y en la que se incluían la administración de sustancias por vía intravenosa e intramuscular, ampollas reconstituyentes, ácido fólico, vitaminas, analgésicos (para antes de la carrera), estimulantes (a tomar durante la carrera) y jeringas listas para utilizar conservadas en el frigorífico.
El corredor responsabilizó de lo ocurrido al equipo, asegurando que nunca desarrolló ninguna terapia en su casa y que sus padres no tenían conocimientos de medicina, y añadiendo que cuando le informaron de su positivo no sabía por qué lo había dado.
Preguntado por las personas que les daban las sustancias por vía intravenosa, Bani aseguró que lo hacían un ex enfermero y el director del equipo, y que para ello se desplazaban a Empoli Bagnara una vez a la semana.