En la mitología griega, Eufema o Eufeme (en griego Εὒφημη y en latín Eupheme, «aclamación») fue la personificación de las palabras de buen augurio, elogios, aplausos y gritos de triunfo.
En los mitos sobre catasterismos, Eufeme era imaginada como la nodriza de las musas y habitaba en el monte Helicón;[1]no se especifica quiénes eran sus padres.
Para los órficos Eufema era una de las cuatro hijas concebidas por Hefesto y Aglaya.
[4]«(I) Seguramente es por eso también por lo que celebran a Hefesto como creador del cielo.
Lo asocian a Aglaya, porque engalana (aglaizo) todo el cielo con el abigarramiento de los astros».