Su enfrentamiento duró hasta la muerte del rey, al que sucedió el joven y enfermo Balduino IV.
Al punto Balduino IV se dirigió a su encuentro con apenas 3.000 infantes y 375 caballeros, de los que 80 eran templarios conducidos por su jefe.
Son los templarios los que se sitúan en vanguardia y cargan atropellando a las primeras líneas del sultán ayubida.
[2] Sin embargo, al año siguiente, mientras el ejército construía un fuerte sobre el río Jordán, fue sorprendido por Saladino (batalla del Vado de Jacob).
Un templario debe vencer o morir, y no puede dar por su rescate otra cosa que no sea sino su puñal y su cinto.» Llevado al cautiverio, muere en Damasco el 19 de octubre de 1179, lo que es confirmado por el registro de Reims.