Etnoarqueología

Se diferencia, pues, de la Etnografía o la Antropología por su enfoque, métodos y propósitos, ligados a la Arqueología.

[1]​ Simultáneamente, los etnógrafos comenzaron a interesarse por los objetos cotidianos de las sociedades no-occidentales.

[6]​ En este tiempo aún no había investigadores que se llamaran a sí mismos etnoarqueólogos.

Con el advenimiento de la llamada "arqueología procesual" fue L. R. Binford quien comenzó a interesarse en el tema de manera sistemática en la analogía etnográfica en su trabajo pionero Smudge Pits and Hide Smoking: The Use of Analogy in Archaeological Reasoning.

[7]​ Posteriormente, Binford, en 1978, desarrolló teórica y conceptualmente su enfoque etnoarqueológico en del libro Nunamiut Ethnoarchaeology.

Por supuesto, estos campos no son compartimentos cerrados ya que se encuentran interconectados con amplias interfaces.

De esta manera, más allá de la información etnoarqueológica que un investigador pueda obtener en el campo, la experiencia etnográfica permite ampliar el horizonte creativo del arqueólogo, el cual se constituye en una herramienta poderosa para interpretar el registro arqueológico.

Este aporte, junto con la importante producción francesa en teoría social han sido los pilares que fundaron los enfoques modernos de la arqueología postprocesual.

Pintura rupestre en el Amazerog, que representa a un hombre