Estudio de niño sonriendo

[1]​ En la segunda mitad del siglo XIX, las mujeres que se dedicaban a la pintura solían realizar bodegones, paisajes, escenas costumbristas y retratos, ya que tenían restringido el acceso al estudio de la anatomía humana, por no ser apropiado para ellas y para no dañar su reputación.Bañuelos se especializó en retratos, destacando considerablemente en los de niños.[2]​ Obra presentada en varias exposiciones junto a Niño dormido, otra de sus obras, ganándose el respeto y alabanzas de toda la crítica del momento.Como su otro título dice, el cuadro representa a un niño recién despertado, con cara de felicidad.Sus rizos ensortijados y rubios, caen en desorden sobre los lienzos del lecho; la forma del cuerpo, la robustez de los miembros y el fresco color de las carnes, revelan salud.