La superficie exterior está en buen estado de conservación.
Sus motivos decorativos, relacionados con el culto al Sol, son una cenefa perimetral de triángulos isósceles y una serie de círculos concéntricos tallados en bajorrelieve; tal decoración aparece en las dos caras.
Hay grabados cuatro surcos que recorren todo el canto de la estela.
La estela volvió a Barros un año después, y hoy está situada en el Parque de las Estelas de Barros, inaugurado en 2001 junto a la carretera Nacional 611, donde puede ser visitada gratuitamente junto con la Segunda estela de Barros, sacadas ambas de la ermita adyacente.
Su importancia es nacional, como señaló Antonio Blanco Freijeiro a la Real Academia de la Historia.