Tuvo un hermano, Pedro, que también participó en la financiación de proyectos religiosos y educativos, y juntos impulsaron la construcción del templo jesuita en Toledo.
También donó propiedades inmobiliarias, como unas casas en Casasbuenas que rentaban 600 ducados anuales.
[1] Las obras comenzaron en 1629, aunque ya en 1616 se había empezado a cimentar.
[3] Pidió que la iglesia se dedicara a San Ildefonso, patrón de Toledo, y que su imagen se colocara en el retablo del altar mayor.
Dejó establecido que el colegio jesuita debía enseñar gramática, retórica, matemáticas y filosofía, además de otras materias que considerara la orden jesuita.