Y el historiador Ricardo del Arco y Garay señaló que Fernando II concedió a su medio hermana Estefanía como dote el Infantado de León.
[15] Según refiere la tradición, una de las criadas de Estefanía Alfonso mantenía relaciones amorosas con un individuo, y para asegurarse de no ser descubierta, acudía a las citas con su amante vestida con las ropas de su señora Estefanía, hasta que alguien comunicó a Fernando Rodríguez que su esposa le traicionaba.
Y el ultrajado esposo espió a los amantes y apuñaló al amante de la criada, que huyó hacia los aposentos de Estefanía Alfonso, la cual yacía dormida en su habitación hasta que su esposo llegó y la asesinó, asestándole varias puñaladas.
[16] Poco después del asesinato, según la tradición, acudieron a los aposentos de Estefanía Alfonso varios criados con luces, así que entonces el asesino se percató de que su esposa yacía en la cama desnuda, y de que no había tenido tiempo de desvestirse antes de su llegada, y por ello, registró la habitación, y descubrió entonces a la criada, que estaba escondida bajo la cama donde yacía muerta su señora.
[17] Poco después, el señor de la Casa de Castro mandó quemar viva a la criada culpable y,[18] llevando una soga al cuello y la daga con la que había cometido el crimen, se entrevistó con su cuñado, Fernando II de León, a quien pidió perdón y solicitó que le aplicara el castigo merecido por el error cometido, aunque el monarca, a pesar de que la fallecida era su hermana, no castigó al asesino.