Debe su nombre a su ubicación bajo la plaza de Clichy.
Está diseñada en bóveda elíptica revestida completamente de los clásicos azulejos blancos del metro parisino, aunque en este caso son planos, sin biselar.
La estación es un claro ejemplo del estilo Motte ya que este está presenten en la iluminación, los asientos y la señalización.
La señalización también muestra el clásico estilo Nord-Sud, caracterizado por su gran tamaño, donde el nombre de la estación se realiza combinando mosaicos blancos y azules enmarcados por un trazo verde.
Sobre el andén se han añadido flechas y marcas de color amarillo que pretenden facilitar la salida y la entrada de los viajeros a los trenes.