Aunque casi todas reabrieron tras finalizar el conflicto armado, no fue el caso de la estación de Líège que considerada poco rentable se convirtió en una estación fantasma.
En la red sólo la estación de Commerce, en la línea 8, muestra la misma disposición.
De aspecto clásico, debe su decoración inicial a su creadora, la compañía Nord-Sud.
Ese contorno se repite en los paneles publicitarios y en la parte baja de la estación.
En total, son 18 los murales que se pueden contemplar, nueve en cada lado.