Mantuvo esa denominación hasta el año 1998, cuando adoptó su nombre actual al ser prolongada la línea hasta Saint-Denis - Université.
Debe su nombre a la Basílica de Saint-Denis.
Toda su decoración va unida con la basílica a la que da nombre.
Vidrieras, y vitrinas repletas de información cultural pueblan los andenes y accesos a la estación.
La señalización así como diversas estructuras situadas a lo largo de la pared están retroiluminadas dando al lugar una ambientación única.