El tramo es de vía doble y está electrificado.
[4] Las obras corrieron a cargo de la Compañía del Ferrocarril Cantábrico.
[5] En 1972,[5] el recinto pasó a depender de la empresa pública FEVE que mantuvo su gestión hasta el año 2013, momento en el cual la explotación fue atribuida a Renfe Operadora y las instalaciones a Adif.
Posee un edificio de viajeros con dos alturas, actualmente sin uso ferroviario, y dos andenes laterales, los cuales están conectados mediante un paso a nivel peatonal.
La cadencia disminuye durante los fines de semana y festivos.