[3] La novela es narrada en primera persona por un magistrado cuyo nombre se desconoce, que desempeña su cargo en un pueblo pequeño localizado en la región fronteriza del «imperio».
Posteriormente, el coronel y sus hombres se marchan a la capital imperial para preparar una campaña militar más extensa.
El magistrado es retenido en una celda en pésimas condiciones, sin ser llevado a juicio oficial debido al estado de emergencia.
Eventualmente, el coronel Joll regresa triunfante de las tierras silvestres con varios bárbaros capturados, haciendo un espectáculo público con su tortura.
Sin embargo, los soldados empiezan a huir del pueblo mientras se acerca el invierno y su campaña contra los bárbaros colapsa.