El calor de la llama evapora el solvente y se rompen los enlaces químicos para crear átomos libres.
La energía térmica también excita los electrones hasta estados electrónicos de mayor energía que posteriormente emiten luz cuando vuelven al estado fundamental.
Cada elemento emite luz con una longitud de onda característica, que es dispersada por una rejilla o un prisma y se detecta en el espectrómetro.
Un arco eléctrico o chispa se pasa a través de la muestra, calentándola hasta una alta temperatura para excitar los electrones dentro de ella.
Sin embargo, las modernas fuentes de chispas con descargas controladas pueden ser considerados como análisis cuantitativos.