Alrededor de 600 AC, el filósofo griego Tales de Mileto observó que el ámbar podría ser electrificado al ser frotado con una tela y entonces atraer otros objetos y producir chispas.
El voltaje necesario para producir la chispa lo proporciona una bobina de encendido o un magneto que está conectada a la bujía con un cable aislado.
[6] Esta información se utiliza para detener un dispositivo de ignición o volver a encender la llama.
Aprovechando la piezoelectricidad de algunos materiales también se provoca una chispa en los encendedores eléctricos para iniciar la combustión.
Más tarde fueron sustituidas por las válvulas termoiónicas y en 1940 ya no se empleaban.
[8] La electroerosión se emplea en para metales duros o que son difíciles de trabajar con técnicas tradicionales.
[9] El SPS es más rápido que convencional prensado isostático en caliente, donde el calor se proporciona por elementos de calefacción externa.