[1][2] Es una modalidad elaborada a partir del diasistema del español que se usa principalmente con fines comerciales para llegar a un área geolectal amplia; utilizándose con preferencia aquellas formas léxico-semánticas y morfosintácticas, así como modelos de dicción (estándares de pronunciación), más extendidos en todo ese territorio.
[2] También se detectan variaciones en la sintaxis empleada por un mismo hablante: los determinantes posesivos pueden ser tónicos o átonos, existe alternancia en el uso del pretérito perfecto compuesto y el pretérito indefinido para acciones pasadas dentro de un espacio de tiempo inacabado, para el mismo contexto temporal se alterna por conjugar los verbos en presente y en pretérito perfecto, como también se alternan las formas en subjuntivo e indicativo para oraciones subordinadas sustantivas con dependencia del verbo creer.
[2] Por último, cabe mencionar que intenta restringirse al habla culta pretendiendo dejar a un lado la jerga, modismos, expresiones coloquiales y vulgares o cualquier otro tipo de regionalismo que pueda llevar a confusiones entre la población de distintos países.
[10][11] La principal crítica del español internacional es que este no engloba a todos los países hispanos y lo neutro es subjetivo.
[21] El español neutro, en su intento por crear una variedad no localizada y generalista del idioma, ha recibido diversas críticas por parte de los lingüistas.