Obtuvo su licencia en un mes y practicó la abogacía hasta su muerte en un accidente de tráfico.
[2] Cuando posteriormente la Corte Superior de Distrito solicitó su certificación como Procuradora a la Procuradoría, la aplicación fue rechazada con base en que, como mujer, no era ciudadana[3] y no podría ser licenciada sin haber completado su servicio militar obligatorio.
[5] De forma simultánea, se presentó en el cuartel militar y pidió ser matriculada como conscripta.
Una edición del diario chileno El Mercurio especulaba sobre la posibilidad de que tuviese barba.
[6] Las noticias sobre Villa convirtiéndose en la primera mujer abogada en Bolivia fueron publicadas en revistas feministas y en el Boletín de la Unión Panamericana.
[7] Durante los siguientes diez años, trabajó con los abogados y reclusos en la Cárcel Pública.
Durante la Guerra del Chaco (1932–1935), se capacitó como enfermera, dando ayuda en el campo de batalla a los heridos.