Escuela catedralicia

Estos estudios eran previos a las disciplinas eclesiásticas propiamente dichas: Teología, Apologética, Sagradas Escrituras y Derecho.

No todas las escuelas catedralicias llegaron a constituirse en Studium generale, por lo que sobrevivieron hasta el Concilio de Trento, y sus canónigos las recompusieron para formar los seminarios mayores.

Algunas de esas escuelas medievales, ya radicalmente transformadas, han sobrevivido hasta nuestros días.

Antes del siglo VI, no se conoce ninguna escuela destinada a formar hombres de la Iglesia.

Desde el siglo VI, la Iglesia ya mostró preocupación por asegurar la educación de los clérigos en las parroquias y diócesis.

Cesáreo también trabajó en crear escuelas episcopales, es decir, en las escuelas que serán dirigidas por un obispo Para ello siguió el modelo san Agustín de Hipona (354-430) y reunió en Arlés una pequeña comunidad de clérigos destinados a las órdenes mayores (diáconos, sacerdotes, obispos), donde él mismo ejercía como maestro.

En particular, san Agustín defendía las siete artes liberales, es decir, las disciplinas fundamentales como la gramática, la retórica, la dialéctica, la aritmética, la geometría, la astronomía y la música.

En esta capitular de 82 artículos, Carlomagno dirigía a todos sus súbditos, laicos, religiosos, sacerdotes y obispos, una exhortación que había estudiado con todos sus asesores eclesiásticos seculares y en la que se prescriben para todos sus deberes, y en particular: Fijó las primeras grandes líneas directrices de la reforma carolingia, que supuso en particular la creación de escuelas en cada obispado.

En el Sacro Imperio destacaron las de Utrecht, Liège, Cologne, Metz, Spira, Würtzburg, Bamberg, Magdeburgo, Hildesheim o Freising.

Estos maestros eran clérigos que habían completado sus estudios y obtenido la (licentia docendi) (licencia para enseñar).

La enseñanza en las escuelas catedralicias, impartida por los clérigos, era, en principio, gratuita, pero los maestros también recibían regalos de los alumnos.

El acceso a la educación superior por preceptores era teóricamente posible (como ilustra la famosa historia de Eloísa y Abelardo) pero seguía siendo excepcional.

Con las reformas gregorianas y la separación creciente entre Iglesia y poderes civiles, aparecerá un estamento supra nacional, el clero, que tendrá mayor capacidad de movimiento al no obedecer a las leyes civiles sino a las comunes de la Iglesia.

Esta mayor independencia del clero tendrá un importante resultado en la cultura, ya que muchas escuelas catedralicias, siguiendo el ejemplo de Palencia y París, van a convertirse gradualmente en las primeras universidades.

Enseñanza monástica
Enseñanza medieval
Las siete artes liberales.
Centros de estudio en Occidente en el siglo XII .
Tratado de medicina (siglo XIII)
Enseñanza magistral en el siglo XIV
La Escuela Catedralicia de Trondheim , fundada en 1152, es la escuela más antigua de Noruega . Hoy funciona como un instituto de educación secundaria .