[1] En 1660 se fundó la Academia Sevillana del Arte de la Pintura.
Al obtener un dictamen favorable, la academia sevillana gozó de la protección económica real desde 1771.
En 1775 el rey Carlos III nombró protector de la misma a Bruna, que situó la sede de esta institución en el Alcázar.
[2] En 1778 la escuela instituyó unos premios académicos entre sus alumnos, que eran entregados en ceremonias solemnes.
Esta costumbre se ha mantenido posteriormente con la Real Academia de Bellas Artes.
[3] En 1849 la reina Isabel II otorgó un nuevo estatuto a las reales academias nacionales.
[3] En 1970 la Ley General de Educación integró estas enseñanzas en las universidades.
En 1980 trasladó su sede a la casa de los Pinelo,[3] lugar que comparte con la Real Academia Sevillana de Buenas Letras.