El nombre viene del griego skolec (gusano) en referencia a la forma que adopta la llama al quemarlo con soplete.
Otro sinónimo que se le dio es "episcolecita".
Fue descubierto en 1813 en Kaiserstuhl, en Baden, y descrito por los mineralogistas alemanes A.F.
Suele encontrarse rellenando cavidades en la lava, sobre todo en las de basaltos, apareciendo por alteración de dicha roca a baja temperatura.
Es por tanto muy común y existen yacimientos en casi todo el mundo.