En este caso, cada una de las partes en que está dividido el colector se denomina delga.
En realidad, la escobilla, como tal, surgió como resultado a un problema que se presentó cuando las primeras máquinas eléctricas fueron desarrolladas.
Por esta razón se vio la necesidad de pasar a un material más resistente.
El primer error que se cometió fue pensar en la utilización de un material conductor.
Después de muchas evaluaciones se llegó a un material sólido, como el carbón.
En ese momento era un carbón amorfo, de características muy diferentes a las que se conocen hoy en día.
Sin embargo, la idea ha persistido hasta la actualidad (2018), debido a que la estructura molecular del carbón es excelente para la fricción.
Esto se puede comprobar si sujetamos una escobilla y pasamos por ella el dedo; advertiremos que la capa es muy fácil de desprender.