Ovidio cuenta su historia en Metamorfosis, VIII, 1 - 151:[1] Minos, rey cretense, asedia la ciudad de Megara, que defiende su rey Niso, cuyo éxito en la guerra estaría asegurado mientras conservara un mechón de cabello de color púrpura que destacaba en su cabeza canosa.
La suerte de la guerra era incierta y la campaña se prolongaba.
Llamó su atención muy especialmente el propio Minos, en cuyos gestos encontraba una belleza que la enamoró.
Escila hubiera deseado incluso no tener padre para poder llevar adelante su pasión.
De noche se desliza hasta Niso dormido.