Escena de corrida con pescado

Su pintura se oculta detrás de innumerables platos blancos multiformes.

La frescura, la luminosidad y la mediterraneidad que definen la pintura picassiana de este periodo quedan materialmente reflejadas en todas las cerámicas que elabora, en las que las corridas de toros, las cabezas de faunos, los peces y los jarrones antropomórficos confieren al conjunto una brillantez desbordante.

[1]​ En 1956, Picasso se instala en La Californie, una villa-taller que domina la bahía de Cannes.

A partir de este momento, su actividad como ceramista se desarrollará en su taller, y no en la fábrica Madoura de sus amigos Ramié, situada en Vallauris.

En el segundo círculo, un grupo de toros da la vuelta al plato.